En marzo, jugó su primer partido contra Roger Federer (que desde el mes anterior era número uno por primera vez en su carrera), en el Masters de Miami, con un resultado de 6-3, 6-3 a su favor. En un duelo lleno de morbo, el balear prevalecía con un marcador de 6-3, 3-6, 7-6 y 7-6, sumando su quinta victoria particular ante el australiano.