El 14 de junio, en el Bosuilstadion de Amberes, se impusieron en semifinal por 2-1 a la anfitriona selección belga con doblete de Gerd Müller. Ya en la final, celebrada el 18 de junio en el Heysel Stadium de Bruselas, la escuadra, con dos tantos de Gerd Müller y uno de Herbert Wimmer derrotó por 3-0 a la Unión Soviética, selección en ese entonces protagonista de los torneos europeos.